Las personas usuarias del centro de día de A Corveira crearon un mural de papel reciclado. Primero hicieron la pasta con sumo cuidado, la dejaron secar y luego dieron rienda suelta a su imaginación dibujando lo que cada uno quiso.

Con este tipo de actividades se trabaja la motricidad fina y la atención, al mismo tiempo que la creatividad se hace visible.